sábado, 24 de mayo de 2008

Todo lo que está anunciado, sucederá

G A R A B A N D A L
Nadie debe decir que las cosas no van a suceder, porque todo lo que está anunciado sucederá, Soy Jesús quien os habla. Los eventos anunciados sucederán tal y como se anuncian, si bien, pueden retrasarse por la fuerza de la oración de Mis fieles y, para mayor conversión de las almas, Yo, Jesús, os hablo.

Hijos Míos, muchos de vosotros os cansáis de esperar todo lo anunciado, pero Yo Soy paciencia infinita y deseo que Mi Pueblo tenga mas oportunidad para convertirse. Mis ovejas bautizadas que viven una vida fuera de Mis leyes, deseo que vuelvan a Mi redil, y es por ello, que retraso los eventos anunciados pero no los voy a descartar.

Sucederán, y según las disposiciones y circunstancias de cada uno y la situación de su alma, así recibiréis, porque Yo y Mi Santa Madre hemos recorrido el mundo entero comunicándoos los eventos que vendrán y muchos no los habéis creído, ni creéis, y otros muchos, os cansáis de esperar y volvéis a darme la espalda, por eso os digo de nuevo, que el que perseverare hasta el fin, ese se salvará (Mt 24,13) Yo, Jesús, os hablo.

Hablo también a Mis sacerdotes, muchos fríos y errados, con apatía en Mis asuntos, con indiferencia, con libertades que no corresponden a su estado, os hablo y os pido vuestra conversión y vuestro cambio de vida y costumbres. Porque algunos sois escándalo hasta para los laicos, Yo, Jesús, os hablo.

Vosotros los sacerdotes soportareis un severo juicio si no posponéis vuestra actitud de indiferencia, y no os esforzáis más en vuestra conducta, que debe ser intachable y ejemplar. Os paseáis por las calles vestidos de corbatas y de tejanos, y no lleváis ningún distintivo de que Me habéis entregado vuestra vida.

Me servís tibiamente y creéis que vuestra obligación para Conmigo es decir la misa y ya está, pero Yo os digo que cambiéis de vida y os mejoréis, para lo que Yo no os negaré Mi gracia. Acogeros a Mi Santa Madre y Vuestra, Ella es Madre de la Iglesia, Madre de vosotros, los sacerdotes, y sed santos recuperando el tiempo perdido, porque llega el día en que Me daréis cuenta y vuestras obras saldrán a la luz. Yo, Jesús, os hablo.

Os pido conversión auténtica, cambio de hábitos y cumplimientos de los deberes de vuestra vocación, por tanto, no dejéis pasar más tiempo, porque está cerca la hora de la tribulación. Mi paz a todo aquel que lea este escrito y lo propague. Yo, Jesús, os hablo.