lunes, 30 de marzo de 2009

Son fariseos de hoy, tan repugnantes, como lo eran entonces los de Mí tiempo

Sinceridad debe haber en todas las acciones que hagáis para Mi gloria. Yo, Jesús, os hablo. Muchos fieles cristianos llevan una vida de piedad que no Me glorifica, porque exteriormente son en apariencia buenos, y servidores Míos, pero luego tienen el alma llena de carroña, por sus pensamientos impuros, por sus deseos materiales, por sus murmuraciones contra Mi Santa Madre Iglesia y Mis ministros, por sus criticas para con sus hermanos en la fe, y así, son fariseos de hoy, tan repugnantes, como lo eran entonces los de Mí tiempo. Yo, Jesús, os hablo.

Adulan a los párrocos, colaboran en las parroquias, sirven en los grupos de oración y hasta engañan a sus componentes haciéndoles creer que son buenos y entregados apóstoles, pero luego viven la mentira, la hipocresía y ven en su soledad películas pornográficas, tienen deseos carnales e impúdicos y aman los fines terrenos muy por encima de los celestiales. Yo, Jesús, os hablo.

Ellos os pueden engañar a vosotros almas de buena fe y de rectas intenciones, pero a Mi no Me engañan porque veo sus corazones podridos por los pecados ocultos de pensamientos y deseos malos, y ellos tienen conciencia de que son mala hierba que algún día eliminaré de Mi Cuerpo Místico, pero no posponen su actitud, porque el vicio les puede más que la virtud, y cada vez, se adentran más en sus vicios degenerados y están más lejos de la virtud, la cual odian, pero que simulan públicamente de que la practican. Son hijos de Satanás, esbirros de el, porque hacen su voluntad y no la Mía. Para esas almas pecadoras y viciosas Yo propongo el amor sincero y servicial a Mi Santa Madre. Si aman a Mi Madre y Suya, no serán tan desleales a Mis leyes y mandamientos, pero todo lo que sea un esfuerzo de su voluntad lo posponen, porque no quieren cambiar a pesar de que Mi Santo Espíritu les toca el corazón una y otra vez.

Pedid por estas personas que están en vuestro entorno pero que no sabéis quienes son. Yo sí que lo se y Mi Santa Madre también. Pedid de corazón por ellos para que nosotros les apliquemos vuestros rezos y puedan algún día reconvertirse y arrepentirse de sus deleznables conductas. Yo, Jesús os hablo y os prevengo.

La cizaña, hijos Míos, crece junto al trigo pero en su día se separarán los verdaderos granos (de trigo) de Mi Santa Iglesia y se quedará la cizaña que quiso confundir a Mis verdaderos hijos, con sus disimulos y su vida aparentemente cristiana pero repugnante ante Mis Divinos Ojos. Sin embargo, ved que Mi Misericordia es infinita, y mientras haya vida se pueden acoger a esta Misericordia si Me piden perdón y gracia a Mí que Soy un abismo insondable de Amor, Bondad y Misericordia. Yo Jesús, Vuestro Salvador, os hablo y os bendigo. Mi paz este con todos vosotros.