viernes, 31 de julio de 2009

Mi Santa Madre en Fátima pidió sacrificios por los pecadores

Son muchos los fieles que cada día más desertan de su fe católica, son muchos. No es que lo hagan bajo una declaración formal, pero lo hacen escogiendo caminos de perdición eterna, y esto hijos Míos, hiere Mi Divino Corazón y el Inmaculado Corazón de Mi Madre.

Fieles que están unidos a otros fieles después de haber estado casados. Fieles que no desean bautizar a sus hijos y dicen que lo harán ellos cuando sean mayores. Fieles que comulgan diariamente pero no confiesan y echan un pecado tras otro, así que hijos Míos, vosotros que Me sois fieles de verdad, rezad por estas situaciones, reparad y sacrificaros, que ya Mi Santa Madre en Fátima pidió sacrificios por los pecadores.


Esto también alcanza a los sacerdotes, pues son muchos los que llevan un indigno ministerio, que tienen una doble vida, que celebran después de noches de orgía, son muchos que como Judas me han traicionado y cambiado por gozos terrenales, gozos letales que los llevan cada día más cuesta abajo, como si Yo, Jesús, no les diera el verdadero gozo celestial que es gustar de Mí y Mis misterios.


Satanás se frota las manos en señal de victoria, pero su victoria es pasajera, efímera, no llegará mas allá de lo que Yo permita. Yo, Jesús, Vuestro Salvador, os hablo.


Acudid, hijos Míos, a los pies de Mi Madre Santísima y rogadle con vuestros rosarios por todo esto, por esas almas que no soportando su soledad, se unen a otras personas y viven indignamente su cristianismo. Rogadle a Ella que es poderosa ante la Santísima Trinidad, por esos sacerdotes que no cimentaron su vocación en Mí, que Soy Roca, y se tomaron un día una libertad para ir tomándose cada vez más libertades, dañando así su vocación y el Cuerpo Místico que es la Iglesia. Rezad hijos Míos, rogad por todo eso. La oración, los rezos, los odia Satanás, pero si encima van dirigidos a Mi Madre, le humilla muchísimo que la tengáis como Madre y como Reina. Yo, Jesús, os hablo.


Todo lo que hagáis por los pecadores que además están en vuestro entorno, os lo pagaré con creces, pues si dar una vaso de agua a un sediento no dejo sin recompensa, imaginad como pagaré el que ayudéis con rezos y sacrificios a las almas que van camino de la perdición eterna, y que muchos, están en vuestro entorno. Yo, Jesús, Vuestro Salvador, os hablo y os instruyo.